BARCELONA - Es lo que le ocurre al Can Clos de Ripollet (Barcelona), que ha logrado su objetivo a base de seducción, cuenta el diario Marca.
No es la primera vez que un equipo se desnuda para obtener beneficios, ni tampoco será la última.
L'Associació de Veins de Can Clos, situada en el municipio barcelonés de Ripollet, ha tenido que recurrir a la seducción para sufragar los gastos que genera su equipo de fútbol sala femenino, que la temporada anterior ascendió a
"Viajamos a Canarias, Aragón y Valencia, pero los ingresos son los mismos que el año pasado, cuando no salíamos de Cataluña. No podemos asumirlos con la ayuda del único patrocinador que tenemos y con el dinero que nos da
La idea del calendario surgió en broma, pero al final decidimos que era la solución", comenta Ángeles Gómez, de 35 años, una de las jugadoras más veteranas e hija de Bonifacio, el presidente del club desde su fundación en 1988.
Objetivo cumplido. En menos de un mes se han vendido 570 calendarios -a diez euros cada uno-, lo suficiente para pagar arbitrajes y viajes de la presente temporada.
Incluso, ya contemplan la posibilidad de hacer una segunda tirada. "Nos quedamos cortas. Cada una de nosotras vendió 15 ó 16 y la respuesta de la gente de Ripollet fue muy buena", cuenta Ángeles.
Todas las jugadoras se prestaron a hacerse las fotografías, aunque "algunas se hicieron de rogar". "Pasamos seis horas en un estudio fotográfico terminando más allá de la medianoche".
Hubo algunas fotografías en las que se nos veía alguna parte íntima y tuvimos que borrarlas. Lo que queríamos hacer era insinuar, pero sin mostrar nada", explica la veterana jugadora, que no cobra nada como el resto de sus compañeras.